La misma cicatriz, 2016.
En mi búsqueda de identidad, encontré en el Parkour una conexión con otros practicantes. Las cicatrices en nuestras piernas son símbolos de perseverancia y bienvenida en esta comunidad que valora el riesgo y el esfuerzo. Noté que esta cultura es predominantemente masculina, y nos enorgullecemos de nuestra dedicación y sacrificio.